domingo, 17 de noviembre de 2013

Fotos del Taller en el PVT

Juego-Taller realizado en el Programa de Vivienda Transitoria del MOI-CTA 5/11/13



















Agradecemos a todos por haber participado!
Agradecemos también  a Franca por fotografiar la actividad!

Mapeo: Acontecimientos y lugares destacados de La huelga.






Para saber por donde caminamos en la ciudad...


Entierro de Miguelito Pepe (De Callao y Corrientes al Cementerio de la Chacarita)

                                                                           Mapeo  aproximado de la ubicación de algunos de los Conventillos en Huelga 



         Marcha de las Escobas (de Plaza Lorea -hoy Congreso- a Plaza San Martín)
                      Aquí hubo enfrentamientos con la policía  y por ende algunos grupos tomaron   direcciones diferentes que no están marcadas en el mapa

martes, 5 de noviembre de 2013

Hoy: Taller de la huelga de las y los inquilinos


EL DERECHO A VIVIR EN LA CIUDAD DE AYER Y DE HOY


Te esperamos este Martes 5 de Noviembre para el Taller sobre la Huelga de las y los inquilinos
a las 20:00 hs en el PVT
(Independencia 947)

sábado, 2 de noviembre de 2013

Ficción 2: Para barrer con las injusticias de este mundo

la marcha de las escobas... desde los conventillos de La Boca
¿Por qué será que los meses de octubre  suelen ser de lucha  en el calendario  histórico popular?  En esta oportunidad, evocamos  una historia  que pudo haber sido en los suburbios porteños  allá por  el año 1907. La insólita huelga de los inquilinos  ya se había declarado formalmente en septiembre y  no paraban de plegarse los  conventillos a  la  resistencia al pago de  los alquileres y por las mejores condiciones habitacionales.  Los diarios  curiosamente  mostraban cierta empatía  frente a  las y los inquilinos  en lucha.  Destacaban las malas condiciones de vida en las humildes covachas que albergan a una persona  y hasta a familias enteras, en precarias condiciones de higiene  y con excesivos precios de alquiler.  El patio del conventillo resultaba, al igual que la calle, una extensión del hogar, un espacio ya apropiado  y poblado de todo tipo de personajes y situaciones.  Sin dudas, los niños y las niñas eran protagonistas y dueños de estos espacios, siempre  revoloteando  alrededor de las faldas y jugando con lo que encuentren.  Esa tarde  de octubre de 1907, se reunía nuevamente el cómite de los y las huelguistas, para  evaluar los últimos sucesos y pensar por dónde continuar la lucha.  En esta oportunidad, abrió sus puertas la sociedad de resistencia  “La Fragua”, de La Boca, barrio  en donde se iniciaron  las primeras  protestas.  El clima era de tensión pero esperanzado...  La protesta se expandía  y estaba tomando  dimensión nacional,  aunque no faltaban las trenzadas discusiones entre quienes eran más anarco  defensores de la huelga  y quienes se salían con planteos  pretendidamente radicales  del derecho a la vivienda, pero que terminaban restando esfuerzos y apoyos al sostenimiento de la resistencia. De a poco fueron llegando  a la asamblea  y acomodándose  en el patio, con algún que otro mate circulando.  Rosa llegaba  acompañando a las doñas  del conventillo en el que vivía hace un par de meses.  Con sus jóvenes 18 años, ya tenía varias mudanzas a cuestas desde su madre patria España, dependiendo de cómo iba saliendo el trabajo y el humor de los caseros.  Por suerte ese día no tenía  que ir a la casa de la cogotuda de Palermo  a limpiar  ni remiendos que coser  en el cuartucho del conventillo de la calle Suárez  y Mendoza. En ese patio empezaba a hacer calor y la brisa de la tarde no llegaba más, pero no faltó alguno  que con un poco de impetú organizativo, se dispuso a armar el temario. En eso estaba cuando llegó Miguel,  uno de los delegados del conventillo Las 14 Provincias, trayendo algunas noticias  un poco desalentadoras.   María, Josefina, delegadas y casamenteras profesionales, la codeaban a Rosa  cada vez  que veían a aquel muchacho y Rosa se ponía colorada y  decía alguna gallegada  gruñoña.  - La que me faltaba- pensaba algo superada  sin dejar de ser infantil y pudorosa-  Ya que no tengo hijos no voy  a  andar lidiando con mocosos  libertarios, callejeando entre protesta y protesta-.  Una vez que logra recuperar la  concentración, escucha a Miguelito  decir: -  inquilinos, están saliendo ordenes de desalojo casi todos los días y no van a parar. El mandato que yo traigo en representación de mis compañeros y compañeras es el de llevar adelante una manifestación en Plaza Lorea ¡ya! para demostrar nuestra fuerza  y denunciar las presiones policiales y los desalojos violentos que estamos sufriendo. Hace unos días,  tuvimos un encontronazo fiero con los polis, en San Telmo-.  Las reacciones de las y los participantes fueron en parte variada, algunos reaccionaron con sorpresa, otros con susto  o desacuerdo, pero los y sobre todo las más apoyaban decididamente realizar una acción que hiciera más visible  la huelga  y así no perder  el fragor de los primeros días. Eso pensaba Rosa pero  nunca se animaba a hablar e inmediatamente pensaba que  así nunca podría  ser maestra, como quería desde  que se incorporó a un círculo de lectura de  Barracas, al que la invito una compañera de trabajo.  Pero las doñas con las que venía, esas si que  siempre se animaban a hablar sin omitir algún chascarrillo  así como a barrer a escobazos a caseros y desalojadores.  - A mí me parece que está muy bien lo que dice el chico – dijo  envalentonada   María y continúo: - Me contó una paisana  que ese Falcón anduvo apretando a  delegados de los  conventillos, para que negocien  con los propietarios y tampoco  le tiembla la mano al él mismo  en los desalojos para pegarnos  duro., algo más jugado tenemos que hacer-  A pesar del respeto que inspiraba esta aguerrida  mujer a fuerza de partos  y faenas,  hubo quienes  intentaron boicotear la medida  por considerarla peligrosa. - Si las cagones  no acompañan, marcharemos las mujeres y los niños – Vociferó provocadora    Josefina, una tana  efusiva y chicanera, desafiada por los dichos  de algunos machistas  y  desmovilizadores.  La  marcha y concentración era ya un hecho  y  tanto Miguelito como Rosa  se encontraban  más que satisfechos con la  rápida adhesión. Como nos podríamos imaginar en cualquier tiempo y espacio de las luchas populares, siguió un largo debate acerca de las cuestiones operativas del evento, día, hora, ¿a dónde vamos?, ¿qué queremos?, y todos  los pormenores  del hecho, ya haciéndose bastante tarde para lo acostumbrado.   Sin embargo, algo estaba  faltando... A Miguelito se le ocurrió  que necesitaban alguna consigna o elemento  que los identifique, que llame  la atención a los trabajadores y trabajadoras que circularían por las calles, algo que pueda también convocarlos  más allá de la lucha concreta pero partiendo de ella.  Y ahí sí... A Rosa  casi que se le salió de  la boca, primero despacito  y luego con voz más decidida y ocurrente: -   ¡Marchemos con nuestras escobas! -  Todo el mundo se entusiasmó y prendió la creativa idea: - Sí, ¡con las escobas con  las   que barremos a los caseros!  - comentó otra de las mujeres presentes-  Barramos  de las calles de la ciudad a los usureros-  sumó  un obrero de la FORA.  -  y al hambre,  la ignorancia, el abandono y la violencia- agregó una madre llorosa. - Esta dicho- cerró Miguelito desconociendo que no llegaría a la marcha  que había agitado con  tantas ganas, al caer  por las balas  de un legendario  asesino y rompehuelgas  de la policía antepasada de la PFA, de esos  que siempre vuelven a nacer en la historia -  el 27 marchamos   empuñando nuestras escobas para barrer con las injusticias de este mundo.
DANIELA RODRIGUEZ

Artículo sobre el Convetillo "Los Cuatro Diques"

Dejamos acá un artículo sobre el  Conventillo "Los Cuatro Diques", lugar donde se declaró la huelga en Octubre de 1907.